Hotel Avenida

Lo hemos pasado muy bien. Tanto el hotel como el restaurante excelente. Las habitaciones muy cómodas y limpias y la comida de diez. La atención fue fantástica. Fueron muy amables y estuvieron atentos con las alergias de mi hija. Muchas gracias por todo . Volveremos el año que viene

Ha sido una experiencia inolvidable. Buena comida y un trato espectacular. Totalmente recomendado. La localización del hotel es preciosa rodeada de naturaleza. Las habitaciones muy limpias y el servicio muy profesional. Volveremos.

Una experiencia excelente. El personal fue muy amable, las habitaciones cómodas y limpias, y el restaurante una verdadera maravilla. Comida deliciosa, bien presentada y con productos frescos. Ideal para relajarse y disfrutar de una atención de primera. ¡Totalmente recomendable!

Hoy hace 1 (04/05/2024) estuvimos alojados durante una semana en dos habitaciones dobles, mis hermanos y mi padre para dar sepultura a nuestra madre en Beas De Segura. Después de haber desayunado todos los días y hacer algunas comidas, mi padre por su estado avanzado de su enfermedad y debilidad, (sólo pudo salir del Hotel un par de veces) el último día pidió que de alguno de los platos que sirvieran ese día, le trituraran uno para poder comer algo. La respuesta por parte del dueño (El Padre) fué que: " ellos no estaban allí para hacer triturados"que nos fuésemos a comer a otro sitio. Quisimos hacer una reclamación y el hijo nos convenció para no hacerla, y nos dijo que le harían el triturado para comer. Eso sí, sin reconocer, y además cuestionarnos que; "le extrañaba que eso lo hubiera dicho su padre". A pesar de decirle, las personas que habían en ese momento en el bar, y que son conocidos clientes del pueblo, y haberse asombrado los 3 clientes, por como respondió a mí padre. Quería hacer sentir mi más profunda y enérgica queja por el trato inhumano que le dieron, sobre todo después de ver cómo estuvo mi padre por su salud, toda una semana dentro del hotel. No hubo ningún detalle ni disculpa por parte del dueño. Un mes y medio después mi padre volvió para descansar junto a su esposa en sus tierras de Beas, ya para siempre.