Atalaya

Bueno esta es mi opinión, no comimos ni cenamos solo desayunamos y dormimos....lo mejor es que, no sabian si pagamos la habitación o no. Cuando llegamos nos dijeron que habían cerrado la web de reservas y canceladas las reservas porque se había roto la caldera, después de hablar con la dueña del hotel por fin pudimos dormir. Lo mejor viene a continuación. A las 5 de la mañana ya se había estropeado otra vez la caldera, por lo tanto, ni agua caliente ni calefacción, aún así, bajamos a desayunar y vino otra vez la dueña y nos preguntó si teníamos o no pagado el desayuno pero ahí no queda todo , cual fue nuestra que cuando terminamos de desayunar y confirmar que el desayuno estaba pagado nos preguntó si teníamos pagada la habitación...total, que tengáis cuidado si vais que os puede pasar cualquier cosa. POSDATA:: para este hotel no hace falta reserva ni DNI podéis dormir y desayunar sin problema y con un poco de suerte la mujer os desea buen viaje. Ahí lo dejo. En el entorno maravilloso

Es la segunda vez que vamos en el último año y no me salen las cuentas. Lo que más me mosquea es que en las dos últimas veces que hemos ido y que en ambas el precio nos ha parecido excesivo, al pedir el ticket detallado no nos lo facilitan, no lo tienen, no funciona la maquina, no lo entiendo. Decepcionado, no creo que volvamos.

Era Viernes Santo y el lugar estaba bastante lleno. No había carta. El camarero nos ofreció los primeros del menú y para los segundos nos ofreció menú o carta. Elegimos carta pensando en mirar tranquilamente lo que había. Nos recito lo que supuestamente era de la carta (no sabemos cuáles eran los segundos del menú). Elegimos costillas de cordero para los adultos (venían dos costillas de palo y una con más carne echas a la brasa y unas patatas), un plato de salchicha fresca (3 salchichas y patatas) y una tortilla francesa que también venía con patatas. De primero fueron dos de migas, una sopa de fideos y unos macarrones con tomate. De postre dos flanes, un trozo de contesa y una banana. Y dos cafés. De beber dos colas, una cerveza sin y una botella grande de agua. Cuando nos dieron la cuenta en un papel en el que ponía apuntadas las consumiciones a mano, nos cobraron 75€. Muuuuuy caro para lo que comimos. Yo no repetiré.

Un trato horroroso. La habitación llena de hormigas, se me metieron hasta en la bolsa de aseo. No nos dieron opción a cambiarnos de habitación y nos tuvimos que ir un día antes. Nos dijeron que no podían hacer nada y ni siquiera nos pidieron disculpas. Aparte de esto, los colchones y las almohadas eran malísimas, y la calefacción estuvo apagada hasta las 8 de la tarde. No vuelvo ni aunque me paguen.