Posada del Infinito

Nos hospedamos dos personas (mujeres) mayores de 60 años para descansar el fin de semana de nuestras tareas científicas No nos quisieron servir café porque se acercaba la hora de cierre el dia que llegamos, luego lo hicieron de mala gana Tomando mate con un amigo en la pileta el sabado a la noche, nos amonestaron “por la presencia de un hombre no registrado" Maltrato verbal por parte del dueño telefonicamente invitándonos a abandonar el hospedaje. Habíamos contratado late check out, pero el día de la salida nos negaron el late check out con el argumento de habitación ya reservada por otro pasajero. Tuve que pedir ayuda a mi esposo para que nos rescate, por no tener dónde ir. Tuvimos expresiones desagradables por parte del dueño del hospedaje. Concluyendo, la peor experiencia de nuestras vida, a título gratuito. Somos viajeras que hemos estado casi en todos los continentes y nunca fuimos menospreciadas como en este lugar. Recomendamos firmemente no realizar reservas en esta posada, ante el riesgo de que una conducta arbitraria les haga pasar un momento denigrante, violento y absolutamente innecesario.

El hotel no cuenta con un personal calificado para ofrecerte un servicio aceptable. El desayuno tiene opciones muy pero muy reducidas para personas celiacas y esa parte no la entienden los dueños incumpliendo una ley. El agua de la habitación era pobre y nunca salía caliente del todo Las toallas muy usadas La cortina del baño estaba rota Y a mi pareja le rompieron una crema y seguimos esperando las disculpas