Hotel Casa Alberto

Nuestra corta experiencia fue decepcionante. Habíamos reservado con anticipación para disfrutar de un fin de semana en la estación de esquí, pero un par días nos encontramos con que la estación estaba parcialmente cerrada, teniendo que subir un buen tramo andando. Decidimos llamar 48 horas antes de nuestra llegada para preguntar si podríamos cancelar debido a la situación, pero nos dijeron de manera abrupta que no era posible. Esto fue de alguna manera entendible, pero, por otra parte, en la reserva se indicaba claramente que pagaríamos en el hotel sin necesidad de realizar un pago por adelantado. Sin embargo, nos cobraron de todas formas en la tarjeta dos días antes sin nuestra autorización previa. Lo peor de todo fue el trato que recibimos por parte del personal. Tanto la señora que trabaja por la mañana como el hombre del turno de tarde mostraron una actitud de soberbia y prepotencia que resultó verdaderamente desagradable. En lugar de intentar ayudarnos o al menos mostrar empatía ante nuestra situación, nos hicieron sentir como si estuviéramos molestando. No se lo recomiendo a nadie, daría un 0 a la atención al cliente si fuese posible. Sobran sitios con gente educada en el mundo.