Hotel SanMar

This was a wonderful hotel! It was very clean and the location was amazing. It’s literally on the beach and it’s such a clean and popular beach. The restaurant served limited food but what we ordered was delicious. The breakfast was good but the lady that was working at breakfast was very abrupt and made you feel uncomfortable. I would also prefer a kettle in my room but of course I understand it takes you to the restaurant.The shower was strange as it didn’t have a door or curtain and no option of having the shower hooked up so you had to hold it. The weather was on the cool side and didn’t rise above 24 degrees but it was warm at times I’m at night so I would assume it could get uncomfortable in heights of summer.

Ubicacion y personal maravilloso!!!

We really enjoyed our stay at the San Mar. We wanted a Cantabrian hotel that was right on the beach so we could lie in bed and listen to the sea, so this hotel was perfect. The playa de Luaña is a lovely beach with a small surf school and lifeguards/ first aid. Walk down the steps of the hotel and the beach is at the bottom- perfect! Our double room had a terrace which was nice although mainly on the shade from the afternoon on. The bed was actually two singles, and the mattresses seemed to be memory foam which were very warm at night. There was no air conditioning but we were anxious about mosquitoes. The hotel supplied a plug in bug zapper for the room. Rooms were made up every day, which was lovely. Fresh towels also every day. Breakfast was self service in the basement and was ok- a choice of fruit, yogurt and lots of bread, jamón and queso, with some croissants, jams etc. We had a drink in the bar every night and often played cards on the terrace. Service could be a bit slow. We had dinner in the restaurant twice (much preferred it to the one opposite) and food was good value. Overall a lovely place. Was quite expensive (€120/night) and often we were waiting to get the attention of the staff- both check in and out we were waiting for at least 10 minutes for people to come. Service could also be a little gruff at times. We would recommend a stay here- the location is also great with Comillas and Santillana within easy drives, plus the amazing Restaurant El Remedio.

Estuvimos en este "hotel" unos días durante el mes de Julio. La ubicación es lo mejor que tiene, pegado a la playa, para eso es estupendo, pero no hay nada más. El hotel lo regenta un matrimonio, amabilidad la justa. Las habitaciones, depende la que te toque, supongo, la nuestra era pequeña y la limpieza brillaba por su ausencia. Esto es como todo, si el que opina espera poca cosa igual no le molesta, pero al precio que tiene que menos que limpieza, al margen del que el mobiliario sea del malo. Que tenga una estrella no quiere decir que tenga que estar sucio. Las sábanas, al menos, parecían limpias. El desayuno justito, un sobao pequeño, café o colacao y tostada. Las sillas y las mesas pegajosas. Una cosa positiva es el baño, es cierto que tiene secador y también amenities, cosa que en un hotel de esta categoría no suele haber. Hay que destacar un olor muy fuerte del ambientador como a limón, lo habíamos leído pero de verdad que se mete en las entrañas y no sale de tí hasta pasados unos días. A pesar de que buscamos por toda la habitación el susodicho ambientador, no estaba. De ruido bien. Muy tranquilo. Por eso, y por la ubicación, le pongo un dos y no un uno. No lo recomiendo. A parte parece que hay poca libertad para entrar y salir (tema arena, ir mojado, etc). Resumen: Malo: Limpieza, olor, desayuno, habitación, mobiliario. Bien: Ubicación, ruido (no hay), baño (secador y amenities). He estado en hoteles de 4 estrellas más baratos y con muchos servicios. Aquí lo que pagas es estar junto a la playa, el hotel, no lo vale.

Llame para reservar una habitacion para pasar el fin de semana y el trato ya telefonico fue de lo peor...pense que la mujer habia quiza tenido un mal dia y la di una segunda oportunidad y fui a comer aun estando alojada en otro hotel...y como se suele decir....las segundas oportunidades nunca fueron buenas. Menos mal q la comida no esta mal y las vistas son fantasticas.

El hotel está justamente en la playa, las habitaciones son muy amplias con grandes ventanales que dan al mar, todo muy limpio. Los dueños son muy amables y los desayunos están bastante bien. Por las noches se escucha el ruido de las olas, aunque yo soy un poco miedosa y verlo todo tan oscuro me asustaba un poco.