Gästanvändare
30 december 2023
En realidad, nos sentimos estafados por la vileza o escasa seriedad de una recepcionista. Mi error fue no reservar en Booking como siempre, pero estábamos con roaming internacional e iba a tener consumo extra de datos. Vi que había muchas habitaciones disponibles y decidí ir directamente. Al llegar, solicité una habitación con vistas a la cañada. Me dijo que tenía una en el segundo piso y que costaba 42 mil pesos y que si quería adelantar el check-in debía pagar 8200 pesos más. Estuve de acuerdo y le pregunté si tenía vista a la cañada. Me dijo que era lo que yo le había pedido y que por eso costaba eso. Después de pagar, nos acompañaron a la habitación. Cuando entramos abrí la persiana y vi que la habitación 202 daba a un callejón horrible dónde había una obra en contrucción, lo que representa ruido para descansar y una vista espantosa. Le dije que me dieran otra ... Me dijo que por ese precio no tenía mejores, lo que me pareció ilógico, ya que jamás le pedí una habitación "barata" sino una que diera al frente. Se le pagó con una tarjeta alta gama, que refleja la solvencia y seriedad de un huésped. Me mostró una suite en el segundo piso que costaba 75 mil, pero pese a estar al frente, no tenía vista porque desde el segundo piso solamente se veía una terraza del primero que tiene mesas de desayuno. Pedí la misma habitación más arriba, pero me dijo que no había, que todo estaba lleno. Era mentira y lo supe esa noche gracias a la amabilidad de los conserjes nocturnos. Asimismo, la habitación 202 tenía roto el sistema de aire acondicionado, y a pesar de haber avisado 3 veces en el día, no dieron solución, por lo cual, debimos dormir con las ventanas de par en par, tal como puse en una foto, muertos de calor. El baño tenía la rejilla "voladora", puesto que cuando abrís la puerta la rejilla del resumidero vuela, hay que agarrarla y posarla en su sitio para no meter el pie en ese agujero hediondo. Asimismo, el baño olía mal, como a tuberías sucias. Lo del aire acondicionado nunca se solucionó, ya que el único que mostró preocupación fue Juan, encargado nocturno de recepción, pero mi esposo ya estaba descansando y era imprudente que ingrese a la habitación. Una mala experiencia por la malicia o desgano de una recepcionista mayor de edad, que sólo refleja hartazgo, puesto que el recepcionista de la noche me dijo que la habitación 202 no estaba en condiciones de ser rentada por la falta de mantenimiento. La empleada de limpieza se metió en la habitación, sin permiso, aprovechando mi ausencia, sin excusas, puesto que recién habíamos llegado y nada tenía que limpiar ahí, en teoría las habitaciones se entregan limpias y no sucias. Podría haber revisado antes que el baño apesta y que la rejilla vuela, pero no lo hizo. Respecto al aire acondicionado defectuoso, no creo que sean los huéspedes quienes deban hacer el control de calidad, siendo un montón de empleados repitiendo excusas por el maltrato recibido y la noche sin dormir que pasamos por el calor. Otro
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