Hotel Nuevo Arlanza

Estuve alojada por trabajo con pensión completa y la experiencia fue excelente. A pesar de nuestros horarios poco habituales (desayuno a las 6:30, comidas a las 15:30 e incluso a las 16:45), el personal se adaptó en todo momento con amabilidad y profesionalidad. Cada mañana, al llegar a desayunar, ya teníamos preparado un bocadillo para llevar para el almuerzo de media mañana, un detalle muy de agradecer. El trato del personal y la calidad del servicio fueron impecables. No faltó nada. Muy recomendable, sobre todo si viajas por trabajo y necesitas flexibilidad y atención personalizada.

El Hotel Nuevo Arlanza es un lugar histórico con una ubicación ideal en el centro de Covarrubias. La habitación en la que nos alojamos era espaciosa, con buenas vistas a la Plaza. Pero, que nadie espere ningún lujo. Bueno, sí, el colchón de latex o viscoelástico era comodísimo, lástima que las almohadas no lo fueran tanto. El personal del hotel, salvo recepción, estupendo. Reservamos para 5 noches. Tras hacer la reserva hablé con recepción y les comenté que llevaba una medicación que se debía conservar en frío y solicité, si era posible, una pequeña nevera en la habitación. Sin problemas, me contestaron. Cuando llegamos, la persona de recepción no estaba, nos hizo el checkin una camarera (estupenda) y al reclamarle la nevera, nos dijo que no era posible, porque no tenían. Aún así, nos aportó una solución. Al día siguiente, cuando volvimos tampoco había nadie en recepción y nos encontramos con la desagradable sorpresa de que no nos habían hecho la habitación. Al día siguiente nos enteramos del motivo. Los anteriores huéspedes se habían llevado, involuntariamente, la llave, y al no tener más copias, no habían podido entrar a hacer nuestra habitación. A partir de ese día, la habitación estuvo perfectamente hecha y limpia. No volvimos a ver a la persona de recepción hasta el 5º día. Pero de las camareras, sólo puedo hablar maravillas, además de atender el bar, la terraza y el restaurante, estaban atentos a nosotros, para entregarnos la llave, preguntarnos por nuestras necesidades o preocuparse de mi medicación, siempre con una sonrisa.

Buena ubicación, muy tranquilo,comida muy buena y abundante,servicio muy bueno, personal muy bien ,somos clientes que repetimos ya varias veces y a mejorado con creces ,espero que sigan mejorando porque es un lugar maravilloso, Y volveremos el año p`roximo si dios quiere

Le village est ravissant, l'hôtel est dans un ancien palais, sur la place principale du village. Joli bar en terrasse sous les arcades. Ambiance très sympathique. Le personnel est adorable, sympathique, accueillant, très serviable, dynamique. Les chambres sont grandes, nous avions deux chambres avec vue sur la place et la mairie. Ascenseur pour monter les bagages. Grand lit. Salle de bain avec tout ce qu'il faut (savon, gel douche, shampoing, rasoir, brosse à dents etc). Petit déjeuner copieux et varié (fruits frais, fromages, charcuterie, pain frais, tomates, énormes croissants). Diner possible à partir de 20h30, carte variée, prix très correct et grandes portions. La sopa castellana est délicieuse. La salle est vaste et agréable. L'hôtel a une cave et le vin rouge est très bon ! Jolies pièces anciennes dans l'hôtel (dont un salon avec cheminée centrale), livres sur la Castille et les endroits à visiter. Photos souvenirs du tournage du western "Le bon, la brute et le truand" avec Clint Eastwood et Eli Wallach qui a été tourné dans la région. On ne peut pas se garer à l'hôtel même car le centre du village est classé, mais on nous a accompagné jusqu'à un parking très proche. Merci à tout le personnel du bar, du restaurant et de l'hôtel qui a été vraiment très gentil et attentionné tout notre séjour ! Merci pour la bouteille de vin offerte, qui était délicieuse ! Nous avons passé trois jours/nuits très agréables et reviendrons avec plaisir, nous avons trouvé l'hôtel mieux qu'on ne s'y attendait d'après les reviews. Pour les critiques : Un peu bruyant mais c'est normal puisque l'hôtel donne sur la place centrale où sont les bars et restaurants et où les gens se promènent et discutent, et c'est par ailleurs cette place qui fait le charme. Les cloches de l'hôtel de ville sonnent toutes les heures de 8 h du matin à minuit. Une petite remarque sur les oreillers : ils sont un peu durs et on préférerait un oreiller carré plutôt qu'un traversin long.

Comimos en el restaurante. Mala calidad. Precocinado. Sin sabor. La carta muy escasa. Pedimos que nos preparasen para llevar un arroz con chipirones (para el perro) y no nos lo pudimos llevar, ya que lo tiraron. De pena.