Posada Doña Urraca

Muy buena relación calidad-precio. Precioso. Personal muy amable. Buen desayuno. Buena carta para cenar y disfrutar de los manjares... aunque no barata. No me gustó la habitación abuhardillada, con solo un tragaluz como entrada de luz natural

a gerente Isabel es una prepotente , maleducada . Al llamarle para disponibilidad y decirle que estuve mirando en booking me dice que por booking dan las peores habitaciones que si la hagodirectamente con ella me dara una habitacion doble superior al mismo precio,la hago con ella y al preguntarle la politica de cancelacion me dice que si estoy pensando en cancelar mejor que no la haga,con una prepotencia increible, tras varios dias pidiendole confirmacion de la reserva me la manda con un reserva de habitacion doble simple no doble superior se lo comento y directamente me cancela la reserva sin mi permiso y me dice que me vaya a booking,alucinante.

Elegimos hacer una escapada romántica a Fermoselle, precisamente porque nos llegó publicidad de este hotelito con encanto. Desconocíamos la zona, y nos pareció interesante por si entorno paisajístico y el enoturismo. Sin embargo, tras intentar contactar con la Posada por varios medios, acabé buscando otro alojamiento por la falta de respuesta. Una vez allí, decidí darle otra oportunidad a su restaurante, porque una bodeguera nos lo recomendó como un lugar especial para parejas. Tras llamar para hacer reserva, y saltar su contestador, nadie nos llamó a posteriori para confirmar esa reserva. Luego coincidimos con unos huéspedes alojados allí, que nos contaron algo que a mí me sorprendió y no me habría gustado en su lugar ni una pizca. En fin, una pena porque creo que el alojamiento está en un edificio a las afueras del pueblo restaurado con mucho gusto. Creo, sin embargo, que deben cuidar la atención al cliente. Una lástima...

Remanso de paz y buen gusto hasta en el más mínimo detalle. Ambiente cálido, entrañable y familiar, con Isabel y Carmina, almas máter, que te acogen con su entrega y buen hacer. Experiencia revitalizante. Imposible no volver. Juan y Concha.

Las habitaciones limpias. Y cada una distinta. Por lo que estuvimos muy cómodos. Por supuesto Carmina, y su hija fueron de lo mejor. Mujeres fuertes y con gran simpatía que hacen de tu estancia unos días inolvidables Volveremos seguro. Muy recomendable.

Un hotel muy aconsejable: limpio, de fácil acceso, excelente servicio y muy bien situado, perfecto para atacar los Arribes. El temporizador de luz en el baño un poco molesto, se activaba con el movimiento, pero en el servicio no siempre hay movimiento por lo que se apagaba . Por lo demás perfecto.