Maria Teresa J
25 oktober 2023
Maravilloso hotel, con restaurante, y museo de los caremelos, habitaciones limpias y acogedoras, todo reformado, sin ascensor pero gente muy agradable que te suben el equipaje, y un dueño muy trabajador y integrado en un negocio de historia que te enseña las máquinas antiguas y te explica la historia de los maravillosos caramelos famosos de Hellín, un hombre luchador y trabajador que ha pasado por un ictus y sigue con la ilusión de seguir su negocio con una historia familiar y de sus antepasados. Zona muy tranquila en el mismo casco antiguo con maravillosas vistas a pie de todo el pueblo
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