Club de Patos

Este pequeño hotel es una belleza. Las habitaciones decoradas con baste gusto, amplias y cómodas pero al parecer no les hacen mantenimiento, el primer día no tenía agua caliente y el segundo no tenía agua del todo. La parte de atrás de la cama estaba llena de telarañas. Si bien el desayuno está incluido, es un servicio a la carta, ( o jugo o café no incluyen las dos opciones, deseas un 2 café ( americano) tendrás que pagar por el) Si llueve durante tu estancia NO tendrás internet y estarás incomunicada ya que el teléfono de la habitación funciona con wifi y este se va durante la lluvia. A pesar de lo mencionado, quiero agradecer a los colaboradores del hotel por intentar dar solución a los percances.

Además de que está lejísimos … Fuimos porque nuestra amiga estaba ahí hospedada , igual preguntamos si había daypass súper caro casi casi no quieren gente pasamos por nuestra amiga no nos dejaron ni pasar al lobby del hotel SÚPER MAL SERVICIO GROSEROS NO SABEN DE SERVICIO MUY MAL NO VAYAN

Club de Patos esta ubicado en una playa unica a poco mas de una hora de Merida. Hecho con gran gusto y lleno de detalles de arcquitectura y decoracion. La atmosfera es muy simple pero muy acogedora: teka, chukum, concreto. Camas, baños, closet muy comodos y bien pensados. La cocina es especialmente buena considerando las limitaciones de la ubicacion. El staff es sumamente atento y servicial. Se entiende que en una ubicacion tan remota la experiencia es mas rustica que en otros sitios. De cualquier forma, C. d P. es un gran lugar para desconectarse y disfrutar del clima y el mar de la penisnula. Gracias a la gerencia por su profesionalismo y hospitalidad

Lugar para despejarte, encontrarte con la naturaleza, buen servicio, opción de tour de flamingo en su mejor temporada. Una experiencia para repetir. Cena romántica en la playa y privacidad. Alimentos deliciosos para complementar la experiencia. Manitas de cangrejo y el aguachile imperdibles.