Hotel Paraiso del Oso

Excelente experiencia, fuimos un grupo de amigos y todos quedaron maravillados, el servicio que ofrece todo el personal es de primera, además de sus instalaciones son de las mejores en limpieza, ubicación todo en general, ubicado a 2 km del pueblo y con muchos puntos de interés a sus alrededores.

Nos trataron súper bien y el hotel es precioso! Nos encantó ir a la caminata con Raúl es un súper anfitrión y Hugo y su papá igual siempre muy amables, y las margaritas de bienvenida te hacen sentir como en casa. Sin duda volveremos algún día!

Un lugar totalmente para descansar. No había TV en las habitaciones, sí tenía su fogón para calentar la habitación, las cenas grupales que organizaba el dueño (Doug) son muy amenas! (Viajé en 2007). La montaña del oso muy curiosa formación, se encuentra atrás del hotel.

Lo que les pueda platicar será poco, y hablando de reseñas no hay solo una cosa en la que me pueda enfocar, por tanto, solo uso estas breves líneas para agradecer al encargado y a toda la familia que allí nos atendió. Los maravillosos instantes que pasamos allí, compartiendo yo con mis 2 hijas pequeñas, mi esposa, y su mamá, fue en verdad la mejor parte de mis vacaciones en el estado de Chihuahua, muy muy muy lamentablemente solo estuvimos 1 noche, y así de exageradamente bien nos la pasamos!, es más, a tal grado que preferimos no ir a la excursiones al llegar o por la mañana del día siguiente, para seguir disfrutando de la simplicidad de nuestra situación, - Un pequeño hotel rustico, en medio de la nada y a la vez al centro de todo, impresionantes peñas al alcance de la mano, el sonido de un riachuelo disminuido por la época de secas pero activo todo el tiempo, la inmensidad de las montañas y una alfombra verde interminable que no se pierde en el horizonte, por el contrario, trepa por las laderas de los montes y cumbres circundantes, haciéndote sentir, como ya dije, en medio de todo- , y retomo... aun cuando perdimos la primera excursión a causa del retraso del tren, el personal nos sorprendió improvisando una tardeada de cantina para nosotros y otros recién arribados con la misma suerte, más tarde una fogata con bombones asados, y finalizamos con un buen telescopio y un universo entero a la disposición de nuestros ojos, esa noche, la sorpresa en la mirada de mis hijas, me pago de más. Realmente inolvidable nuestra visita amigos del Hotel Paraíso del Oso, saludos y nos vemos cuanto antes, lo prometo.